Intervención de un paciente en nuestro 15º aniversario

Intervención de un paciente en nuestro 15º aniversario

Buenas tardes a todos. Gracias por venir.

Me llamo Javier y soy adicto.

Durante muchísimos años he sufrido consumiendo todo tipo de sustancias. Éso poco a poco fué arruinando mi vida. Y a pesar de Éso no podía dejar de hacerlo. Después de una noche fatídica con broncas, peleas, policía…. Aparecía la tristeza, la vergüenza, la culpa. Nunca jamás volvería a hacerlo. Y en ésa misma mañana volvía a caer. Me culpaba por no ser capaz de dejar de hacerlo. Incluso me castigaba. No sabía lo que me pasaba. No sabía porqué lo hacía. Llegó un momento en que vi que estaba en juego mi vida. Hablé con un amigo, José que está hoy aquí. Y me habló del Doctor Carrascal.

Concerté una cita. Nada más abrirme la puerta, Juan Carlos (terapeuta) me dio un abrazo que se me quedó grabado para siempre. Me paso algo que nunca antes había sentido. Se me lleno el cuerpo de energía. De esperanza. Después, con el tiempo, comprendí que ése abrazo era sincero, empático, comprensivo y lleno de amor. Algo desconocido para mí. Nunca había sentido que nadie me quisiera.

Después pase al despacho del doctor. A los cinco minutos de hablar con él, también sentí algo que nunca había experimentado antes. Me conocía mejor que mi padre. Mejor que nadie. Mejor que yo. Sabía lo que me pasaba.

A los dos días fui a la fundación. Allí me recibieron Mamen, Bea, Víctor, María. Me hicieron las pruebas pertinentes y entre en mi primera terapia grupal. Santo grupo. Cada uno hablo de lo suyo. Y al terminar, en la rueda de despedida, me preguntaron que que tal había ido. Por fin descubrí que no era el único. Que lo que me pasaba a mi le pasaba a más gente. Y comenzó mi recuperación.

Los comienzos no fueron fáciles. La fundación me ofreció todo a cambio de nada. De que yo tuviera una mejor vida. Nada más. Intenté empezar conservando el trabajo. Lo tuve que dejar. Volví a contactar con mi amigo José para pedirle dinero. Tenía que hacer frente a la letra del piso, el agua, la luz, comida… Así estuve un año y medio. Comencé a trabajar y le devolví el dinero.

Llevo 12 años limpio. Mi vida ha cambiado por completo. He recuperado mi familia, mi trabajo y MI LIBERTAD. Antes era un esclavo. Ahora se lo que no quiero. Y todo gracias a la fundación. Quiero agradecerles a Antón, a Mónica, a Judith y a tantos otros que han pasado por la fundación todo su compromiso, su apoyo y SU AMOR.

La fundación es un lugar mágico. Saca lo mejor de nosotros. He visto transformaciones increíbles. Gracias a la buena gestión, ahora hay un piso para mujeres. Donde aprenden a vivir de otra manera. Sin consumo.

Quiero agradecer a toda la gente y a todas las entidades que hacen posible que la FUNDACIÓN HAY SALIDA continúe adelante.

A mi, me salvo la vida.

Gracias.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La empresa trata tus datos para facilitar la publicación y gestión de comentarios. Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión y oposición, entre otros, según nuestra Política de privacidad.